Salmo 61

 

Esta oración de David podemos tomarla nosotros y hacerla nuestra. Este es un Salmo que contiene solo 8 versículos, pero es una mina inagotable de preciosas enseñanzas espirituales para el alma. En esta oración, el salmista manifiesta su total confianza en Dios.

En el verso primero, reclama la atención de Dios para que escuche su clamor; al igual que Jacob en Peniel, lucha por la bendición divina. Dios desea que clamemos a Él de día y de noche para alcanzar su Justicia (Lucas 18:7)

"Desde el cabo de la tierra clamare a ti, cuando mi corazón desmayare" decía David a Dios en el verso 2. Hermanos, la tierra donde nosotros habitamos es muy grande, tiene millones de habitantes, cientos de naciones, pueblos, razas, lenguas, su geografía es inmensa, separados unos continentes de otros por miles de kilómetros, montañas, mares. Y ¿qué somos nosotros, este lugar, mi casa, Sevilla o España...?

Sin embargo, a los ojos de Dios todo el planeta es como "la gota de agua que cae del cubo (Isaias 40:15) "La tierra es como el estrado de sus pies", y no hay lugares ni grandes ni pequeños donde Dios no tenga sus ojos, ni sus oídos prestos para oír las oraciones de sus hijos que claman a Él.

Jonas desde el vientre del pez, Agar desde el desierto de Arabia, Moisés desde una montaña, Elías desde un silbido de aire tranquilo, Jacob desde un sueño, Ismael desde un desierto sin agua... No importa en que lugar de la tierra estemos ubicados, cuando nuestro corazón se desaliente o desmaye, podemos orar porque allí está Dios.

Recordemos lo que nos dice el Salmo 139 "¿a dónde me iré que tu no estés? Hermanos, el saber estas cosas que la Biblia nos dice, y CREERLAS será para nuestras almas un poderoso reconstituyente que nos dará vida en nuestros desmayos y desalientos. Podemos orar desde cualquier lugar, a cualquier hora, en cualquier circunstancia, de noche o de día, en salud o en enfermedad.

Si creemos podremos vivir ENVUELTOS EN LA ORACION así como nos envuelve el aire para que podamos seguir viviendo. 

La mitad del verso 2 y el 3 es de una grandeza maravillosa. Se nos presenta a Jesús como la ROCA QUE ES MAS ALTA QUE YO o que nosotros. Cristo es la roca de los siglos, la roca escogida por Dios para que fuese Refugio y Torre fuerte delante del enemigo. David le pide a Dios en su oración que El le lleve a su Roca. Cristo es el refugio a donde hemos de recurrir continuamente. Solo Dios puede salvarnos del poderoso enemigo que nos asecha como león rugiente.

David fue un hombre de guerra, todos sus días estuvieron precedidos de luchas y de traiciones por sus enemigos. El cristiano debe armarse del mismo pensamiento. Satanás vive empeñado en nuestra destrucción, hacernos volver al imperio de esclavitud y muerte. Solo Jesús es nuestra Roca y nuestra ciudad de refugio. ¿Amen?

En el verso 4, David expresa una firmeza de propósito. El vive en la tierra, pero tiene su vista colocada en el futuro glorioso de los redimidos, y que no es otro que vivir eternamente en el Tabernáculo de Dios, viviendo para siempre bajo la cubierta de sus alas. David estaba pensando y mirando por Fe aquel lugar donde los redimidos por Jesucristo serán el "Tabernáculo de Dios".

Ahora, en el 5, David tiene en su mente aquella herencia que le estaba esperando en los cielos para disfrutarla en compañía de los que vivieron en la tierra en el temor de su bendito nombre. Un verdadero cristiano vive por la Fe en la espera de poder tomar posesión de su herencia, y por esta herencia ha dejado todas las cosas que el mundo, la carne y el diablo le ofrecieron.

Verso 6, David contempla por Fe la vida eterna que ha de disfrutar, una vida en la cual el paso de las generaciones serian incontables para Él.

Verso 7, su mayor gloria, vivir para siempre delante de Dios, contemplar su hermosura y gozar de su misericordia y verdad eternamente y para siempre. Esta verdad y misericordia serán los conservantes que nos libraran para siempre de todo pecado o contaminación.

Por todo esto, "Así cantare tu Nombre para siempre, cumpliendo mis promesas a Dios cada día" Vers 8.

Que bello salmo, y que bella manera de orar a Dios. Todo este salmo es una joya de espiritualidad.

MANUEL SALVADOR.
Predicador de la Iglesia de Cristo en Sevilla

 
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