Padres que oran por sus hijos



¿Rebelde? Si, lo fue siempre. Contestatario, irreverente, agresivo a veces, taciturno otras. Un problema, según sus maestros; un buscapleitos, en criterio de sus compañeros de aula; un dolor de cabeza, en opinión de sus padres. No sabían qué hacer. Estaban desesperados.

Murió joven. No tuvo tiempo para vivir sus sueños. Durmió con sus esperanzas a cuestas. Pronto lo olvidaron.

De Esteban lo único que queda es la fotografía que guarda su madre en la mesita de noche, junto a su cama. Es en colores. Allí aparece con ropa deportiva. En un parque. Sonriente, ajeno al futuro. Un adolescente común y corriente, como los que vemos en un centro comercial o en una de las atestadas calles de nuestra ciudad.

--Pensándolo bien, era un buen muchacho--. Lo dijo con nostalgia, salpicando sus palabras con ese deseo íntimo e inverosímil de regresar el tiempo y traerlo a casa, no solo con el recuerdo. Pero es imposible. Jamás será.

Y la pregunta que me hizo reflexionar y a la que no pude dar respuesta en ese instante:
--¿Qué hice de malo? Dígame... ¿Cuál fue mi error?--. Esa madre no entiende porqué desconocidos hirieron a su chico. Ocurrió a pocos metros de su vivienda. Un día cualquiera, por razones que nadie conoce.

Nuestro error como padres

Generalmente llegamos a comprender la importancia de ofrecer una buena educación a nuestros hijos cuando ya crecieron y ellos están camino de la universidad o quizá del matrimonio. Pero durante la niñez, adolescencia o juventud, erramos en la crianza.

Cuando ya tenemos problemas por su conducto solemos culpar a la sociedad, a los maestros, a los amigos y a todo el mundo. No admitimos que en parte los culpables somos usted y yo.

En buena medida el centro del conflicto está en los padres. Pero no nos damos cuenta a tiempo...

Leí hace pocos días que en el ojo del huracán es donde menos se siente la presión del viento. Y eso ocurre en nuestras familias. Estamos tan cerca del problema, que nos acostumbramos y llegamos a ignorarlo. Y tomamos conciencia de su magnitud cuando no hay remedio. Justo cuando estamos frente a las consecuencias.

La importancia de revisar nuestras estrategias...

Es probable que la aplicación de estrategias para educar y formar el carácter de nuestros hijos esté errada. De ahí que debemos revisar con calma y una actitud de autocrítica, qué sistema de crianza estamos utilizando. Y si descubrimos errores, disponernos a aplicar los correctivos necesarios.

Valorar a nuestros hijos como personas

Con demasiada frecuencia olvidamos que nuestros hijos son seres humanos que piensan, sienten y actúan. Y justo porque lo olvidamos, nuestros castigos suelen ser tan drásticos. Y nos arrepentimos cuando ya es tarde. De allí que a nuestros hijos debemos valorarlos como seres humanos, y medir cuidadosamente lo que hacemos para corregirlos. No tener en cuenta esto, lleva a muchos hijos a la rebeldía.

Orar por nuestros hijos, una prioridad

Una de las responsabilidades que tenemos como padres, es llevar a nuestros hijos a la presencia de Dios en oración. Cuando clamamos delante del Creador, debemos tenerles en cuenta, pedir que les guarde, oriente y permita que ellos tengan una experiencia personal y transformadora con el Señor Jesucristo.

Un ejemplo claro lo hallamos en la vida de Job. La Palabra de Dios dice que "... acontecía que habiendo pasado el turno de los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días" (Job 1:5).

Si intercedemos a favor de nuestra familia, veremos los resultados. Y pedir en oración por ellos, implica también decirle a nuestro Señor que necesitamos la sabiduría necesaria para educarlos y a su vez, que El, con su poder ilimitado, produzca en ellos aquellos cambios que humanamente no podemos producir ni usted ni yo.

 

Fernando Alexis Jiménez
Pastor y evangelista
Página en Internet: www.adorador.com/heraldosdelapalabra
Correo electrónico: fernando@adorador.com
Ministerio de Evangelismo y Misiones "Heraldos de la Palabra"

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